sábado, 29 de septiembre de 2012

PREPARANDO EL ESTRENO



Días después del “cerco al Congreso” por los, según fuentes oficiales, “seis mil” indignados por la actuación política que nos toca soportar (no se ruborizan ante tan flagrante falsedad, desmentida por la imágenes en vivo y en directo que trasmitían las redes sociales), algunos se extrañan de que los movimientos secesionistas se aviven. Basta ver la imagen del Presidente de Gobierno, paseando su figura por la sexta Avenida de NY, con habano en ristre cuál típico rico de viñeta, para desear ser de otro planeta. No digo ya de otro Estado, o territorio, no: de otro universo. Siempre he pensado que los altos cargos tendrían asesores de imagen capacitados para favorecer la de su protegido, a tenor de los sueldos que reciben. Que así como, supongo, le indican que se tiña el pelo creyendo que esto le hará más atractivo, le sugerirían que no fume en público, y menos esos vegueros que se gasta. Pues bien, o los asesores son unos ineptos o el inepto es el Presidente que no les atiende. Ahora que la otrora Presidenta de la Comunidad de Madrid, ha dejado el puesto, podría darle algunas clases de populismo, en lo que, junto con el golf, es una experta. Su despedida del puesto, con la lágrima a punto de brotar, era digna de las mejores representaciones teatrales. Tanto que el sucesor no pudo evitar estallar en emocionado llanto que complació a la concurrencia (de su partido claro). La política es en gran parte escenificación y forma. El President Mas, ha buscado el momento y la forma para tapar su “recortada” gestión con el señuelo del plebiscito, que sin duda aumentará su representación parlamentaria. Después… Dios dirá. El Lehendakari Patxi López escenifica la suya, que sin duda tiene más logros que los que se empeñan sus adversarios en denunciar, en conferencias y reuniones. El aspirante Urkullu, luce sus mejores galas con el empresariado vizcaíno, sin ahondar en sus propuestas económicas, siempre atento a esa Izquierda Abertzale, tan educada, universitaria y complaciente, en la que ya muchos, de Batasuna “de toda la vida”, no se reconocen y otros empiezan a ver con simpatía. Así son las cosas.

sábado, 22 de septiembre de 2012

¿SENYERA O ESTELADA?



“Catalunya clama ahora por la independencia, tras no conseguir que el Presidente Rajoy acceda a las pretensiones del President Mas”. Algunos políticos ven, en la actitud de Cataluña – de su President – un profundo error, solo justificable por el deseo de convocar elecciones anticipadas.- ¿Elecciones? - Si, “para anunciar un proyecto nuevo en donde prevalezca la voluntad del pueblo sobre la Carta Magna”. Bien, si es así podremos conocer cual es la opinión de la ciudadanía en lo que supone empezar el largo y dificultoso proceso hacia la secesión. Este proceso no debería asustar a nadie, ya hay antecedentes que lo recorren con tranquilidad y opiniones cambiantes, y menos a unos gobernantes que han demostrado una capacidad inexistente de llegar a acuerdos. Pero debería alguien, mejor quien lo propone, explicar en qué consiste, y no “dar por cerrado el camino del entendimiento” pues esa frase ya lleva implícito el final: ¿si no hay entendimiento qué queda por hacer? ¿La guerra? Lo que sucede en Cataluña, y ya antes, matizado, sucedió en Euskadi, sucederá en Galicia y porqué no, en Andalucía. Es el resultado inherente a un fracaso de Estado Autonómico, producto temporal del miedo a la involución y de una transición inacabada. Y todo ello agravado por una clase política desprestigiada, cuando no claramente corrupta, unos partidos políticos de férreos aparatos controladores del poder y una crisis económica traída por los mismos que dicen querer sacarnos de ella. Con este cóctel a quién le puede extrañar que los ciudadanos salgan a la calle y pidan cambiar -¿de qué? - De todo, de gobierno, de estado y de camisa, si es que todavía les quedan dos. ¿Es ahora el momento? Para los que tienen que cambiar, nunca lo es. La crisis, las elecciones, los cambios de gobierno…todo justifica dejar que las cosas sigan pudriéndose en el marco incomparable de esta España de charanga y pandereta, que denunció Machado, y a la que nos han hecho volver los que desde hace ya algún tiempo pilotan la nave.

sábado, 15 de septiembre de 2012

VUELTA AL CURSO.



¿Pero al curso de qué? Al curso de los acontecimientos que a cada momento se suceden en este ensombrecido país y que dejan sin resuello al más pintado. Una economía de la que desconfía todo el mundo: unos porque saben lo que está pasando y otros porque, sin tener idea, nos tememos lo peor. Una justicia vacilante y tantas veces arbitraria que confunde los derechos con la venganza en la aplicación de las penas. Una configuración del Estado que ahora parece no gustar a nadie, unos porque quieren la independencia como remedio a todo y otros porque quieren volver a aquel estado centralista y jacobino cuyas decisiones pasaban siempre por la Puerta del Sol de Madrid. Unos partidos políticos que quieren consolidar su vocación de aparatos de poder tomando decisiones al margen de la opinión de las personas que los integran e incluso liquidando a la disidencia, cuando la hay, por el mero hecho de serlo. Unos gobiernos que salvo muy pocas excepciones, siguen al dictado las consignas que llegan de los poderes económicos que siempre perjudican más al que menos tiene. ¡Haremos lo que Dios manda! – clama Rajoy – y deja desconcertada a una audiencia que no sabe lo que le viene encima. - Los pensionistas son los más débiles, así que no se tocarán las pensiones, “de momento”- y en este “de momento” presentimos la certeza de la bajada inminente. ¿Cómo quieren que tenga alguien confianza? Hasta la reforma laboral que ha aumentado los despidos, EREs y demás procedimientos liquidatorios a favor del empleador, fue ensalzada por un Presidente que no se plantea, ni por asomo, la Cuestión de Confianza e insiste, una y otra vez, en la maldad del déficit público, que él mismo alimenta enviando al paro a profesores, médicos y trabajadores públicos y privados. – No es hora de algarabías – contesta a la pregunta sobre las ansias de mayor autonomía para tomar decisiones o independencia para ello, como si propuestas no ortodoxas con el poder establecido solo fueran “ruido” y ganas de molestar su inanidad dolosa. ¡Dejad descansar en paz al Presidente!

domingo, 13 de mayo de 2012

LAS NOTICIAS



Escuchar la radio por las mañanas se ha convertido en una nueva forma de suplicio con tintes masoquistas. Los adjetivos aplicados a la situación económica – rayan lo inconmensurable – se escucha, tras detallar las nuevas del día que siempre resultan más preocupantes que las del anterior. (Al llegar a este punto, y comprobar las continuas contradicciones con lo que escuchamos hace pocas horas, y las medidas que se toman “que nunca tomaremos” en palabras de Rajoy, quieres cerrar las escuchas y entrar en esa especie de sopor resignado que sufren los que indefectiblemente se encaminan al sacrificio). Para complicar aún más las cosas, el líder popular vasco aporta su granito de arena desdiciéndose de lo que hasta la fecha había mantenido y anunciando, casi subrepticiamente, la ruptura por su parte del pacto que “nunca iba a romper”. – Así es la política – nos dicen, volviendo a dar otra vuelta al descrédito y desafecto de los ciudadanos hacia ella. Esto y “todos son iguales” se convierte en el nexo común de los comentarios de los ciudadanos, mientras toman su café ojeando los periódicos para no gastar. Luego pasan a la sección de deportes y el llanto por la pérdida de su equipo, el Athletic por supuesto, se torna en esperanza por los próximos éxitos, que seguro que llegarán. La Green Capital sigue su andadura y, por lo que “tuitea” constantemente el PP-alcalde Maroto, con éxito, aportaciones y apariciones estelares en programas de máxima audiencia: “Gran Hermano” (al llegar a este punto volvemos a perder el equilibrio y parpadeamos para cerciorarnos que de que todo esto es posible y no producto de un mal sueño). Pero la vida sigue, aunque empresas hasta ayer pujantes amenazan con el cierre si los trabajadores no se avienen a sus condiciones ¡bendita reforma laboral! O plantean EREs y suspensiones de tamaño cósmico. Los Indignados vuelven a la Puerta del Sol en orden y concierto, pues no hay que confundir libertad con libertinaje, como decía el Caudillo y ahora repite Doña Soraya, vicepresidenta del Gobierno. Pues nada, a seguir y “prietas las filas, recias marciales…” como algunos cantaban hace años y otros ahora añoran.

domingo, 6 de mayo de 2012

GOBIERNO LEGÍTIMO



Que un gobierno democrático legítimo es el “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” lo dijo Abraham Lincoln en 1863, en el discurso más breve de la historia. En apenas tres minutos acuñó este concepto que había de pervivir en el tiempo. Hoy, 150 años más tarde, no son muchos los gobiernos que puedan presumir de dicha “legitimidad”. Ser un gobierno del pueblo es actuar en su nombre; ser elegido por el pueblo cumple con la segunda condición; pero gobernar para el pueblo ya no es tan obvio, incluso en muchos de los gobiernos de nuestro entorno inmediato. En los momentos actuales, en los que la gobernanza de Europa está tan cuestionada a la vista de los resultados que para los ciudadanos tienen las medidas que desde allí se imponen, muchos ponen en duda que el fin último de los que gobiernan sea precisamente el bienestar de los gobernados. O la felicidad de los mismos que defendía el artículo trece de la vieja Constitución española de 1812. Son muchas las ocasiones en las que las reglas democráticas de buen gobierno han sido burladas, prevaleciendo otros intereses sobre los de los ciudadanos que conforman ese pueblo aludido. Hoy, los intereses de los poderosos ubicados en el mundo financiero, se alzan inmisericordes ante los propios Estados que han acudido en su ayuda, con el dinero público, para evitar lo que creían ser males mayores, y reciben como compensación el castigo de la especulación por esos mismos beneficiados. Ante ello, son ya muchos los que pregonan que es necesario cambiar el rumbo, que no se puede condenar a la paralización de la economía y con ella, al abandono de los elementales derechos de los ciudadanos. La socialdemocracia consiguió que en los últimos cien años en Europa disfrutásemos de esa red protectora que constituye el estado de bienestar. Pero vemos como se destruye, en aras a esos principios neoconservadores que se nos quieren ofrecer como única solución. Hoy Francia está hablando. Espero que sus palabras sean las acertadas. Mientras, 8.000 policías tienen que proteger (¿?) en Barcelona a los que controlan nuestro futuro: los directivos del Banco Central Europeo. ¿Por qué será?.

domingo, 22 de abril de 2012

LOS INTERESES DE ESTADO…Y DE ALGUNO MÁS



Semana prolífica en gestos: los de un anciano patético recitando apenas diez palabras que intentan justificar actitudes inoportunas e inapropiadas, pero que ocultan todo un caduco sistema de organización del Estado. Si incalificables son determinadas conductas, peor es no saber qué es lo que se oculta tras estás dádivas de oscuros personajes, ya sean sirios, saudíes o españoles, que organizan cacerías, regalan barcos o simplemente trafican con intereses de “Estado”. Un sistema que pretende ser democrático y transparente, como al parecer quiere el actual gobierno, no puede volver la cabeza ante estos juegos de intereses que si, como alguno defiende, son necesarios para que nuestras empresas vendan trenes, exporten máquinas (o armas) y se hagan un sitio en los mercados internacionales, esconden corrupción y podredumbre en su gestión y consecución. La indignación ante las supuestas tropelías que Argentina hace con empresas españolas, que fueron previamente privatizadas, no se aprecia de igual manera cuando alguna de esas empresas realiza verdaderos expolios en los países a los que ha trasladado su actividad, deslocalizando sus recursos para aumentar sus beneficios. – Es la ley del mercado – se nos dirá, y por esta misma ley en los momentos actuales sufrimos los ataques más virulentos a los servicios que el Estado ha de prestar a los ciudadanos. El presidente Rajoy, con la toga y birrete de doctor “honoris causa”, nos pide que demos unos pocos euros para salvar el Estado de Bienestar. Y lo pide a los pensionistas, a los que más necesitan de ayuda, a los enfermos. Mientras anuncia amnistías fiscales para los que defraudaron, sin ni siquiera obligarles a que inviertan en ayudar a la financiación del sector público, que deja en manos de los bancos a los que previamente se les facilita el dinero al uno por ciento para que lo presten al Estado al seis. En la vecina Francia, el candidato socialista abomina del FMI y dice no estar dispuesto a hundir su país como consecuencia del control del déficit que impide el crecimiento. Ganará las elecciones ¿Qué tiene que pasar para que aquí nos demos cuenta del error?

domingo, 15 de abril de 2012

BIENVENIDOS AL SIGLO XIX



Por más esfuerzos que se hacen estos días por hablar de algo distinto de la situación económica y laboral, todo es inútil. Queremos evadirnos de esa pesadilla que nos acecha cada mañana cuando ponemos la radio, o leemos la prensa, y nos enteramos de la caída de la bolsa, o la subida de la prima de riesgo, aunque no tengamos acciones que pierdan su valor, ni sepamos muy bien qué es eso de la “prima” y cómo influye en nuestras vidas. De alguna manera intuimos que todo va mal y algunos, muchos, ya lo están comprobando en su propia carne. O en la de su familia o amigos. Cada vez hay alguien más cercano que padece los reveses de esta situación; y, lo peor de todo, es que cada medida que toma el gobierno de turno, parece perjudicar más al que está en situación más delicada. De todas las que toma la Reforma Laboral del PP, hay una que me ha hecho retrotraerme a finales del siglo XIX en aquella Inglaterra preindustrial de naves hacinadas con trabajadores que trabajaban hasta la extenuación por miedo al despido: El anuncio de que si faltas por enfermedad nueve días en dos meses, es causa justificada de despido, si el empleador así lo considera. Y no puedo abstraerme de pensar en aquella bronquitis que me tuvo más de una semana en la cama o cuando una pequeña operación se complicó y pasé veinte días en el hospital. Hoy, si mi empleador así lo considera, me podría poner en la calle con la indemnización más baja de la historia de la democracia. ¿Arreglaran estas medidas la situación económica? ¿De quién? ¿Realmente se piensa que con facilitar el despido, “flexibilidad” lo llaman, con medidas como éstas vamos a volver a la senda del crecimiento económico? El Gobierno del Estado se afana en aprobar reformas en la Ley de Estabilidad Presupuestaria, con el beneplácito de partidos nacionalistas que habían abominado de la misma hace pocos meses, limitando nuestras posibilidades de gasto por la vía de reducir el déficit hasta el cero absoluto. Toman medidas que reducen las capacidades en educación y sanidad de las Comunidades Autónomas sin previamente preguntarles cual podrían ser éstas. Todo vale ante el “dictat” de Doña Ángela. ¿Sometimiento, ignorancia o será simplemente ineptitud?