RECETAS PARA LA CRÍSIS

Entre las recetas mágicas que estos días oímos en boca de nuestros futuros dirigentes – algunos no tan nuevos – parece que se imponen tres mencionadas por, el todavía aspirante a Presidente, Mariano Rajoy: "reformar y flexibilizar" el mercado laboral, para lo que hará una "profunda reforma de nuestra legislación laboral"; "avanzar en la consolidación fiscal y cumplir impecablemente" con los objetivos de déficit; y "reestructurar, de manera definitiva" el sistema financiero, para restablecer el crédito "cuanto antes. Sin embargo muchas dudas aparecen con tan genéricos enunciados. Porque ¿qué se entiende por la flexibilización del mercado laboral? Si nos atenemos a lo que algunos ya anuncian se trata de despedir más barato ya que ésto hará que se contrate más. Pero puede ocurrir que no se contrate más al no producirse mayor necesidad productiva, ya que no aumentará la demanda. Esto es, cuanto mayor sea la precarización en el trabajo y más bajen los sueldos, menos se consumirá. Tendremos de esa manera a una mano de obra muy barata pero que no encontrará puesto de trabajo ya que no hay consumo interno atenazado por el miedo a perder su escasa capacidad adquisitiva. También dicen que la profunda reforma acabará con otra causa de rigidez, como son los convenios del sector, y que los trabajadores deberán negociar el propio de su empresa, lo que deja en indefensión a las pequeñas y autónomos que tendrán que plegarse a lo que el mercado demande, y si no hay demanda o exceso de oferta de mano de obra, irse a casa con la indemnización barata “como Dios manda”. El cumplimiento impecable del objetivo de déficit, en este caso como Dña. Angela manda, nos condena a una austeridad inusitada. Lógicamente no hablamos del estructural, sino del necesario para poder realizar las inversiones precisas en Hospitales, Centros de Salud, Residencias, colegios o institutos aparte de la Universidad y todo lo que significa el mínimo Estado de Bienestar que tenemos. Restablecer el crédito cuanto antes parece coherente siempre que sea para fomentar la innovación, la producción o los servicios, no, como anteriormente en financiar la especulación bien inmobiliaria o financiera. Como dijo El Roto: “al grito de sálvese quien pueda, se ahogaron todos”